La moda de los piercings comenzó en las culturas Maya, Azteca y Romana, donde además de ser un símbolo de valentía, era considerado una ofrenda a los dioses.

Actualmente los piercings siguen manteniéndose vigentes y siendo tendencia entre las personas de todas las edades, aunque ahora con fines estéticos y no culturales o simbólicos. Sin embargo, existen ciertas partes del cuerpo donde no es recomendable realizar perforaciones, tal es el caso de los piercings orales ya que éstos pueden causar múltiples consecuencias nocivas a la salud bucodental.

¿Qué son los piercings orales?

Son aquellos que se colocan en el área bucal, como por ejemplo la lengua, los labios, el frenillo y las mejillas. Desde GH Clínica Dental no recomendamos realizar perforaciones de este tipo, ya que es un área delicada y de difícil cicatrización, lo que aumenta el riesgo de padecer infecciones.

Consecuencias de utilizar piercings bucales u orales

Desde el momento en que es realizada la perforación bucal, se empiezan a notar las consecuencias de la misma. Dolor e inflamación, son los primeros síntomas molestos que se sienten luego de colocar el piercing, la inflamación puede extenderse desde el área perforada hasta los ganglios que se encuentran bajo el mentón y la mandíbula, lo que dificulta masticar los alimentos, beber líquidos, etc. Si la persona es alérgica al material con que esté fabricada la pieza, sentirá ardor, picor o notará un cambio en el color de la piel del área donde se colocó el piercing.

Cuando el piercing es colocado directamente en la lengua, se puede alterar el sentido del gusto a largo plazo, sufrir alguna hemorragia o afectar algún nervio que influya en su movimiento. Aproximadamente dos de cada diez personas sufren infecciones locales luego de perforar su lengua, algunos síntomas de la infección son escalofríos, dolor intenso en la zona perforada, fiebre y temblores.

Enfermedades causadas por piercings orales

Aunque luego de haber colocado el piercing oral, la persona no sienta ningún tipo de molestias en la boca, es probable que al pasar el tiempo sufra algunas de las siguientes afecciones:

  • Enfermedad periodontal: los piercing de metal al tener contacto con los dientes, favorecen la acumulación de placa bacteriana y la formación de temido sarro dental, esto favorece la gingivitis y posteriormente la periodontitis.
  • Traumatismos dentales: el roce continuo del piercing y el diente, genera un desgaste en el esmalte dental, lo que puede generar fracturas o astillamientos en el diente.
  • Resección gingival: ocurre principalmente cuando el piercing es colocado en los labios. Se trata del retraimiento de las encías y de la exposición dental que esto conlleva. Cuando la superficie de los dientes está más expuesta, aumenta la probabilidad de que estos se muevan o caigan.

Como especialistas concluimos que los piercings no son recomendables porque hay que ser sumamente cuidadosos para que éstos no generen problemas.

Si te has colocado un piercing oral y deseas mantener en óptimo estado tu salud bucodental, lo más recomendable es que acudas a nuestra clínica dental en Madrid, para seguir manteniendo un

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