Hoy nos gustaría hablaros de algunas falsas creencias que giran en torno a la odontología y que muchas veces preguntáis en la consulta.  Algunas han venido de la mano de las nuevas tecnologías y otras han sido transmitidas oralmente a través del tiempo.

1. «NO NECESITO IR A REVISIÓN, NO ME DUELE NADA»

Esto además de falso es una imprudencia que puede traer consecuencias.  Muchas veces los problemas dentales no van acompañados de dolor, y otras se podría describir como leve, sin embargo hay patologías que deben ser tratadas, por lo que es importante realizar una revisión al menos una vez al año.

 

2. NO ES NECESARIO CUIDAR LOS «DIENTES DE LECHE»

Totalmente falso.  Los dientes deciduos o de leche hay que cuidarlos y, si es necesario, tratarlos, pues además de ocasionar dolor pueden acarrear otras consecuencias como infecciones, abscesos, quistes o malformación u otros problemas en las piezas dentales permanentes (del adulto) en caso de verse afectados éstos ya que están en formación.  La pérdida de un diente temporal (de leche) es grave ya que se necesita el espacio que ocupa para que posteriormente pueda erupcionar el diente permanente. Es importante hacer una revisión anual y si es necesario realizar tratamientos preventivos.
 

Desde el punto de vista de la prevención podemos realizar también tratamientos como la aplicación de flúor, sellados de fisuras y todo lo necesario para mantener la salud de los dientes de los más pequeños de la casa.

3. «POR CADA EMBARAZO UN DIENTE»

Seguramente has escuchado esta frase alguna vez o incluso eres de l@s que cree que el embarazo provoca la pérdida de dientes.  Esto es una falsa creencia que está muy extendida.  Lo que sí es verdad es que el embarazo provoca una cierta inflamación en las encías debido al aumento hormonal que se produce durante la gestación, sobre todo si ya presentaban inflamación antes.  Este sangrado es el principal motivo de consulta de las mujeres embarazadas, pero en ningún caso el embarazo es responsable de la pérdida de dientes como tampoco lo es de las posibles caries. Si que es cierto que durante el embarazo cambia la composición de la saliva, lo que conlleva a que cierto tipo de bacterias se puedan desarrollar más rápidamente pero por si solas no van a producir caries, éstas necesitan otras circunstancias para que se de el caso, como son: un cambio en la dieta (consumo excesivo de azúcares) y hábitos higiénicos inadecuados o insuficientes.

Por todo esto es importante realizar una revisión tanto de tus dientes y encías durante el embarazo (recomendablemente durante el primer trimestre) y llevar un seguimiento de tu salud bucal durante todo el embarazo, para poder detectar cualquier alteración a tiempo y darle solución.

4. EL MAL ALIENTO ESTÁ RELACIONADO CON PROBLEMAS DE ESTÓMAGO.

La halitosis o mal aliento procede del metabolismo de algunas bacterias anaerobias que se encuentran en la cavidad oral, debido a que éstas se alimentan de las proteínas que ingerimos en nuestra dieta, produciendo compuestos sulfurados volátiles, esto sumado a una inflamación de encías (gingivitis) o periodontitis, tabaquismo y una higiene oral deficiente son las responsables de, al menos, el 85% de los casos de halitosis. Existen tratamientos para ello.
 

5. EL BLANQUEAMIENTO DENTAL DAÑA LOS DIENTES.

Esto no tiene por qué ser verdad si se realiza por profesionales formados y especializados odontólogos con productos de calidad.
 

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